domingo, 9 de diciembre de 2012

Día 12.


Esta mañana la vibración del móvil me ha despertado y he sonreído al ver que eras tú. Después me he tapado hasta la cabeza y he seguido durmiendo. Disfrutando de ese momento de vigilia. (Debéis saber que si no existiera el tallo cerebral y el sistema de activación reticular ascendente esto no sería posible). Y en ese instante se debería haber acabado el día. Por si no os habéis dado cuenta odio los domingos con todas mis fuerzas. 

4 comentarios:

  1. Este blogg huele cada vez más a corazones, muchos corazones. Voy a tener que restringir mis visitas, que tanto azúcar me va a acabar engordando (par de ñoñas ;P).

    PD: JAJAJA eres una pesadez, que lo sepas.

    ResponderEliminar
  2. Pobres domingos, qué injusta fama se llevan cuando lo que son malos son los lunes.

    Quisiera dar gracias al tallo cerebral y al sistema de activación reticular por los momentos tan maravillosos que nos ofrece.
    :)

    ResponderEliminar
  3. Estoy con Pé! Nos va a coger empacho por azúcar y vamos a acabar vomitando arcoiris. Ñañañaña!
    De todas formas me alegra saber que alguien suspira corazones, aunque no sea yo. (Envidia sana)

    PD: Ya sabes que opino de la auto foto tan bien disimulada! :)

    PD 2: Tus sabanas tienen pinta de calentitas. Jijiji.

    ResponderEliminar
  4. Cé: Ojalá tu pintando cada día de mi vida. (Si dicen que somos cursis al menos que sea con razón.)

    Pé. y Miau: ¡EXAGERADAS!

    Sergio DS: A mi me gustan más los lunes que los domingos. Será cuestión de gustos :-)

    ResponderEliminar